¿Qué es educar?

Parece sencillo obtener respuesta de esta pregunta, pero a la hora de verdad se vuelve una tarea más compleja de lo esperado; esto mismo ocurre también cuando quieres educar a alguien.

Educar es transmitir a otras personas conocimientos, valores, costumbres, formas de actuar ante varias situaciones…

Así podemos decir que para educar se necesitan mínimo dos personas, la educada y la educadora, por lo que es un proceso social, lo que apoya el hecho de que el ser humano es un ser social que necesita de los demás para vivir. Esto se puede ver también en el hecho de que esta demostrado que hay acciones, sentimientos, valores… que solo podemos aprender y conocer cuando nos los muestra otro.

Esta claro que cualquiera puede educar, pero el problema es que lo importante no es tener educadores, sino tener educadores que eduquen de manera correcta.

Debemos de dar gran importancia a la educación que recibimos, ya que estamos siendo educados, o enseñados (nunca paramos de aprender cosas nuevas), desde que nacemos hasta que morimos; e imagino que a nadie le gusta que le enseñen algo y después ese algo esté mal.

Tiene gran importancia la educación que reciben los más pequeños, porque es cuando son pequeños cuando determinaran su carácter, su actitud sobre ciertas circunstancias de la vida, su personalidad… además de que están en edad de aprender cosas que un adulto es incapaz de aprender; por estas razones es necesario que los niños reciban una correcta educación tanto en casa como en la escuela, y ya no solo eso, sino en todo su entorno vital. Es decir, si el niño juega a futbol, es necesario que allí reciba una correcta educación también, y no me refiero a que le enseñen a jugar, que también, sino que me refiero a que le enseñen valores tan importantes como la amistad, el espíritu de equipo, la socialización…

De esta educación que reciben dependerá en gran parte su futuro, y por eso mismo debemos asegurarnos de que la educación que reciben es correcta y que los educadores saben educar correctamente.

Me parece que todo buen educador debe saber que un niño aprende mucho más descubriendo él mismo por si solo lo que se le quiere hacer aprender que memorizándolo sin más. Así pues, será conveniente educar al niño guiándole en el camino hacia su aprendizaje; porque como dijo B. Franklin: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo recuerdo”.

En conclusión, educar es una tarea tremendamente difícil que no cualquiera puede hacer y para la que hay que estar preparado, ya que el modo en el que eduquemos influirá mucho en nuestros educados.

Y acabo con esta frase de R.W. Emerson: “Todo hombre que conozco es superior a mi en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él”.